¿Hasta cuándo Catalina abusaras de nuestra paciencia?, frase que podría transformarse para los tiempos actuales en nuestro país en: ¿Hasta cuándo políticos egocéntricos abusaran de la paciencia del pueblo? La primera es una frase del sabio filósofo Cicerón utilizada por escritores y columnistas y yo no seré la excepción. Fue pronunciada el año 63 a.C. en el Senado de Roma, denunciando la conspiración tramada por el Emperador Catilina para hacerse del poder.
Han pasado casi 23 siglos y las condiciones del mundo actual y en nuestro país, permiten observar un decepcionante escenario similar casi en todas las regiones, salvo raras excepciones. Las palabras de Cicerón son las palabras y el sentir del pueblo, empero, los dirigentes, empresarios, sindicalistas ((no todos) mentores y azuzadores hacia el caos, solo escuchan su propia voz e intereses egotistas.
Precisamente los que han sido afortunados en poseer negocios, son empresarios y dirigentes deberían reflexionar sobre esta intelectiva, contundente, terminante y demoledora frase de Cicerón, considerando que, siempre y ante todo está el pueblo y su bienestar; consecuentemente la posición del pueblo es la voz de Dios.
Existe el ejemplo específico llamado La Serenísima en la propia Roma, donde se insta a reunirse y debatir los infaltables problemas civilizadamente, propugnando que, si algún dirigente, empresario o sindicalista no puede decir lo que intenta decir en media hora, puede hablar tres horas y no lo dirá debido a que está doblegado y maniatado por sus intereses personales.
Se entendería, por la finitud de la vida, que los dirigentes políticos, empresarios y sindicalistas aspiran pasar a la historia por sus buenas acciones en favor del pueblo y sobre todo del país; la condición de político o dirigente le inhibe a engendrar pasiones personales.
Hasta qué punto incomprensible se erige el egoísmo y la arrogancia de algunos políticos que tratan de desestabilizar a su propio partido que los encumbro al poder y que constituyo un punto de inflexión político importantísimo pues, por fin, los oprimidos, discriminados y olvidados, gobiernan; una evolución sociológica irrefutable además de lógica.
Hoy vivimos un momento histórico debido a que el pueblo, inteligente por antonomasia, está cansado de mentiras, falsas noticias y actitudes personales de los políticos diletantes sin estudio de la Ciencia Política, que han prostituido el sistema, ya que investir la categoría de político o dirigente, sindicalista o empresario significa, con base moral, cumplir el mandato que le ha confiado el pueblo a los políticos y a su gremio los empresarios y no actuar erráticamente con el poder conferido y al mejor postor.
El pueblo quiere el cumplimiento de sus aspiraciones resumidas en una vida feliz sin sobresaltos, un equilibrio e inclusión social donde no existan diferencias, discriminación y, menos, se incite al odio hacia a los que no pertenecen a su secta o a sus sentimientos racistas, y donde se juzguen por igual a los que ostentan supuestos fueros que al pueblo o ciudadano común.
El poder distorsionado para crear caos siempre ha incomodado y abusa históricamente de la paciencia del pueblo, pero cada vez aparece un Cicerón que nos reflexiona sobre la democracia y equilibra los valores que se deben ofrendar al pueblo y al país.
Dr. Mg. Raúl Pino-Ichazo Terrazas es abogado corporativo, posgrados en Filosofia y Ciencia Política, Alta Gerencia para abogados, Arbitraje y Conciliación, Derecho Aeronáutico, Interculturalidad y Educación Superior, Docencia en Educación Superior, doctor honoris causa en Humanidades., profesor de posgrado.