
Max Verstappen ha ganado el Gran Premio de Francia, al llevarse una victoria tan fácil como inesperada. Era Charles Leclerc quien dominaba la prueba desde el principio y empezaba a distanciarse de su gran rival, cuando se salió solo en la larga curva de Signes al frenar en apoyo y se fue contra las barreras. Un error impropio de alguien que quiere ganar un Mundial y de un supuesto líder incontestable de Ferrari, como se quiere hacer ver desde Italia, en detrimento de Carlos Sainz.
De resultas de una pifia muy grave, el cero de Leclerc le deja ahora a 63 puntos del liderato del actual campeón, que con un coche inferior en más citas que el contrario, tiene casi finiquitada su segunda corona en 12 de las 22 citas de 2022.
No falla y tampoco su equipo, mientras la Scuderia ofrece un recital de inconsistencia (fiabilidad, parada en boxes y estrategias erráticas), casi todos los fines de semana. Así es imposible frenar a un verdadero astro como el holandés, que con 26 años iguala las 27 victorias de Jackie Stewart en la F1, lo nunca visto.
