El periodismo en Tarija es una profesión que atrae a muchas personas de ambos sexos, pero debido a los prejuicios sociales y a los ambientes de trabajo hostiles, el número de mujeres presentes en los medios de comunicación como televisión, radio y periódicos sigue siendo bajo. Ser mujer, madre y periodista a menudo no es fácil.
La periodista televisiva Ana Cordara explica que su día a día es un vaivén entre lo que significa ser madre de dos niñas y su trabajo de comunicadora social en televisión y recientemente también en radio.
“Despierto temprano para preparar los desayunos y meriendas de los recreos, y salgo perdiendo los zapatos para llevarlas al colegio. Luego me tocan las labores del hogar mientras voy revisando títulos y temas del día entre periódicos, radio y los ocho chats de prensa de los que formo parte, luego voy a la radio, y me pongo a preparar la agenda para el programa televisivo de la noche”.
Las tardes las dedica para sus pequeñas hija, y encuentra también un espacio para realizar la visita diaria a la boutique y maquillaje. Tiene sin duda una rutina fuerte pero destaca que ama su trabajo y que lo hace con mucho gusto.
Cuenta que lo mejor que le pasó fue haber elegido esta carrera que le permite conocer mucha gente y en muchas ocasiones poder ayudarlos siendo intermediaria en sus demandas.
“Si me preguntan qué fue lo peor, son cosas mínimas, como confundir el nombre del entrevistado, o directamente olvidarlo y no saber cómo presentarlo estando en vivo y directo. Pero ante esos inconvenientes siempre trato de salir con humor, creo que el humor es un excelente aliado en mi vida, incluso en los momentos más incómodos o difíciles”.
Jeimy Navarro Ávila es periodista radial y trabaja en la radio Luis de Fuentes como conductora del programa “Sin Tacos ni Corbata, a su juicio, hoy en día ser mujer y ser periodista es igual que ser un periodista varón pero que ha notado que en algunos casos las mujeres tienen mayor prioridad para contactar y obtener información sus entrevistados.
“Ahora, el tema de cuando se es madre, aquí cambia todo, por ejemplo la disponibilidad de cubrir la noticia, en especial cuando tienes bebés o niños muy pequeños. A veces una no puede disponer de hacer cobertura sino está planificada con anticipación, para coordinar el cuidado de los hijos con el papá o alguien de la familia, tratando de volver lo antes posible”, dijo.
En ocasiones, rechaza viajes y coberturas en las que no se sabe a ciencia cierta más cuánto van a durar y que la investigación también se le hace complicada porque actualmente se encuentra en estado de recuperación de un accidente y la dedicación a su familia le lleva tiempo.
Por ello hacer una mesa redonda con entrevistados y estando al día de las noticias para ella es ideal y subraya que ama su trabajo. “Trato de ser una buena periodista, una buena madre y buena esposa”.
Por otro lado la periodista de prensa escrita Gabriela Flores considera que ser mujer y ser periodista es un «desafío diario porque son muy pocas las que se dedican a esto, y resalta que es complicado abrirse espacio en el medio ya que hay mucha gente que realiza este trabajo de manera empírica.
“Parecería que la gente está acostumbrada a confiar en las palabras de un hombre, en especial en áreas en la que estuve como política o notas de agenda, así que significa mucho esfuerzo y compromiso, en especial ganas de aprender y superarse, para romper esquemas en la sociedad”, acotó.
Gabriela comenzó a apasionarse por el periodismo escrito cuando una nota suya marcó agenda al día siguiente. como Como experiencia negativa recuerda que durante un acontecimiento conflictivo recibió insultos por parte de un implicado y que incluso sus propios colegas le llegaron a preguntar: «¿eres mujer, por qué vas sola?»
Cada vez más mujeres ejercen el oficio de periodista, que durante mucho tiempo estuvo reservado a los hombres.
Algunas de ellas eligieron dedicarse al periodismo de investigación, otras informar la corrupción, o abordan temas tabú en la sociedad. Su trabajo sobre temas delicados molesta y, al igual que sus colegas masculinos, estas periodistas son víctimas de intimidaciones, amenazas y hasta agresiones.
Ser mujer, madre y periodista, un compromiso y muchos retos
