El Gobierno Autónomo Departamental de Tarija (GADT), alista para fin de año un informe detallado sobre el plan de reestructuración financiera en la Gobernación, para que la población conozca cómo fueron invertidos los recursos económicos recibidos por la nueva administración en estos primeros meses de gestión.
El gobernador del departamento, Oscar Montes Barzón, señaló que el informe detallará cuánto de dinero ingresó y a qué fue destinado cada centavo, debido a que existen recursos que fueron dispuestos por la administración departamental, otros que fueron debitados y algunos cancelados por resoluciones judiciales: “Lo importante es que prácticamente hemos concluido todo el plan de reestructuración financiera, que contemplaba entre otras cosas tener cuentas claras con todas las instituciones. No ha sido fácil, la reacción de las otras instituciones no ha sido la que nosotros esperábamos, es decir dialogar, sentarse a concertar. La mayoría de ellas han optado por ir por las medidas de fuerza, paros, bloqueos y tomas de la Gobernación”.
Montes explicó que, a pesar de estos inconvenientes, al final siempre acabaron sentándose en una mesa de diálogo y gracias a la comprensión de las otras instituciones se logró que a futuro existan relaciones claras con la Gobernación:
“Así está establecido ahora con el Chaco, así está establecido ahora con los alcaldes, así está establecido ahora con el gobierno nacional, nos queda todavía encarar la relación que vamos a tener con las empresas acreedoras del gobierno departamental y que se les debe una enorme cantidad de plata, la mayoría de ellas ya están con sentencia judicial”.
Entre esos contubernios citó el problema de la Piscina Olímpica, que data desde el 2008 y llevó a varios empresarios a la cárcel, pero ahora están con las cuentas listas para cobrarle a la actual administración de la Gobernación las malas decisiones tomadas en anteriores gestiones.
Consultado sobre el presupuesto para el 2022 y la posible reducción del mismo, Montes indicó que esto se debe a que en años anteriores se elaboraba un POA inflado, por ejemplo, el presupuesto de este 2021 era supuestamente de 1.200 millones de bolivianos, pero llegaron menos 600 millones en realidad.
“Había mucha plata que se inflaba, que se ponía de mentira para satisfacer las demandas, había mucha irresponsabilidad en la administración de las finanzas del gobierno departamental, se mentía mucho, se creaba falsas expectativas y muchas de las instituciones vivían de esas falsas expectativas, por eso cuando les dijimos la verdad, les pusimos los números sobre la mesa, muchos reaccionaron de mala manera y han sido testigos de todos los líos que hemos tenido”, explicó el Gobernador.