Juan Carlos Gamarra es sin duda uno de los profesionales de la odontología más conocidos y destacados en Tarija. Hijo de madre, padre y abuelo dentistas, decidió continuar con la profesión familiar a pesar que de niño su sueño era el de ser piloto.
«Cuando egresé del colegio mi sueño era ser piloto pero en aquella época no es lo que es hoy en dia la aviación que te ofrece una gran gama de oportunidades. Antes no había muchas escuelas de pilotaje solo era el colegio militar de aviación o irse al exterior a estudiar aviación civil. Pero por las cosas del destino Dios me hizo ver que lo mio era odontología, igual no hubiera sido buen piloto me da miedo la altura y la velocidad», explica a La Voz de Tarija desde su clínica dental ubicada en el corazón de la capital tarijeña.
Tras egresar, obtuvo una beca latinoamericana de investigación en Brasil para hacer su especialidad y antes de los 30 años ya constituyó su propia clínica dental en Santa Cruz.
«Fue premiada como la mejor clínica del país tanto en infraestructura como en tecnología, mi sueño siempre fue atender a un dignatario de Estado, y logré atender a 6 presidentes, como Gonzalo Sanchez de Lozada, Jaime Paz, Carlos Mesa, General Viloso, General Pereda. Tambien trabajé con las magníficas, todas han sido mis pacientes, reinas de belleza, Dios ha sido muy generoso conmigo», cuenta.
Luego de 25 años fuera de Tarija, el odontólogo decidido regresar a su tierra y establece hace cuatro años su clínica dental en la capital del departamento tarijeño.
«Ahora ya quiero quedarme en mi tierra, descansar y aquí quedarme. En la clínica ofrecemos todos los servicios como clínica tenemos tratamiento de canal, rehabilitación y estética, cirugía, ortodoncia, ofrecemos todas las especialidades porque nos consideramos una clínica», resalta.
Ademas de la clínica, Juan Carlos Gamarra ha inaugurado recientemente el centro de capacitación ‘J.C Gamarra capacitaciones’ en el que va desarrollar cursos de capacitación y formación en el ámbito de la odontología.
«Ha sido uno de mis anhelos mas grandes devolver lo que la odontología me ha dado, es decir los conocimientos. Yo quisiera que un odontólogo tarijeño supere estos adormecimientos que se están dando últimamente de no capacitarse de no ir a centros de especialidades, creo que esta nueva generación debe experimentar un nuevo renacer en la odontología tarijeña y quiero ser parte de ella aportando con lo que sé y con los conocimientos de otros colegas que van a venir al centro de capacitación y el resultado será brindar una mejor odontología en Tarija».
En un primer momento, el centro lo han inaugurado en la clínica pero su objetivo es llevarlo a su casa en el campo para convertirlo en el primer centro de capacitación sobre un viñedo.
Casado hace 30 años con Giovanna Ruiz, y padre de 3 hijos, fuera del mundo de la odontología, disfruta de su tiempo libre en su casa del campo con su viñedo acompañado de sus animales. «Tengo 14 perros, 100 gallinas, 40 conejos, 9 gansos, 7 patos, 3 gatos, 1 caballo y unos 8 chanchitos, me encantan los animales».
En cuanto a su profesión, considera que la característica mas importante que debe tener un odontólogo es «la sensibilidad» ya que tratan con pacientes que por lo general llegan ademas con dolor.
«La sensibilidad es algo importantísimo porque la gente viene adolorida, incluso con traumas, es una serie de situaciones difíciles en la cual si a un odontólogo solo le interesa el dinero del paciente no va a trabajar bien».
Como en todo, El odontólogo ha experimentado momentos difíciles y más alegres, principalmente estos últimos cuando ve a los pacientes con una sonrisa.
«Una artista feliz de haberle devuelto su sonrisa me regaló uno de sus mejores cuadros con una dedicatoria bellísima. El otro día la señora Enriqueta Ulloa me regaló un dulce, y asi varios de mis pacientes quedan tan contentos que vienen y me traen a veces una botella de vino, etc. Esa es mi gratificación, verlos satisfechos, eso tiene mas valor para mi que lo económico, me llega al corazón».
Juan Carlos Gamarra, pasión por la odontología adquirida de anteriores generaciones
