¿Por qué es vital para la convivencia pacífica comprender y practicar obedientemente el Orden Público?, el orden es complicado cuando se pretende definirlo con concisión debido a que el vocablo es tan amplio que muchos diccionarios de derecho usual quedan limitados: regla o norma de acción, situación, lugar, colocación de las cosas en su lugar, buena disposición y proporción; normalidad fundada en la libertad y justicia en cuyo ámbito vive un pueblo; relación entre las cosas; serie o sucesión de hechos etc., siendo suficiente para resumir su extensión.
Estimo que lo que interesa al ciudadano es aproximarse a los conceptos de Orden Moral, Orden Público y Orden Internacional porque se relacionan íntimamente con sus propias reacciones y actitudes que se generan en su interior y lo que ellas producen en el Orden Público y, cuando las aplican como autoridad de un Estado, influyen en el Orden Público Internacional.
El Orden Moral observado como un haz de ideas y concepciones, de instituciones y costumbres unidas a las tradiciones que se erigen como un marco normativo que estructuran el fondo ético que predomina en un país y época, que asume la característica que persistir en el tiempo y que regula la conducta aleatoria a su adecuación o criterio y puede o no coincidir o discrepar respecto al mundo político, económico, social y cultural.
Se puede concluir que cuando el mundo moral de un pueblo es influyente y correspondiente a sus elevados fundamentos, es a la vez el de sus gobernantes, erigiéndose como regulador en lo jurídico y en lo genérico de la moral y las buenas costumbres. Esto último, a criterio del columnista, única vía para eliminar definitivamente la corrupción y los delitos contra las libertades individuales y el respeto a la integridad física que denota altos índices de transgresiones en lo que respecta a las mujeres y niñas.
En el Orden Público concurren las condiciones fundamentales de la vida social que instituye la vida jurídica y por qué afectan cardinalmente a la organización de ésta, y que no pueden ser alteradas por la voluntad de los individuos ni, en su caso, por la aplicación de normas extranjeras.
La acepción de Orden Público ofrece singular importancia con respecto de las cuestiones de índole política y de Derecho Administrativo, pero también la ha adquirido recientemente el Derecho Social por cuanto se ha atribuido a sus normas la condición de afectar al Orden Público por lo que son irrenunciables, por ejemplo las cuestiones laborales.
El Orden Público Internacional son aquellas normas que, por afectar a la esencia de las instituciones, de las costumbres y de la organización de un país, deben aplicarlas no solo con preferencia sino también con omisión de la ley extranjera, aun en aquellos casos que aquélla fuera competente, por aplicación de las reglas legislativas.
por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas