La producción, valorada por su estilo narrativo único y manejo de imagen, constituye un paradigma a estudiar, tanto por la psicología, como por las ciencias de la comunicación, especialidades que tratan de descifrar todo el significado de la obra.
Con un guión del vocalista y bajista de Pink Floyd, Roger Waters, The Wall transcurre con una alta dosis de metáforas y simbolismos, contiene pocos diálogos y está conducida principalmente por las canciones de la banda.
Incluye además, 15 minutos de elaboradas secuencias de animación cuya idea fue concebida por el ilustrador Gerald Scarfe, quien creó a personajes emblemáticos para toda la obra de Pink Floyd como El Profesor, El Juez, la Madre o la novia mantis que martirizan al protagonista llamado Pinky.
Estas sucesiones fílmicas describen una pesadilla fundamentada en los bombardeos alemanes sobre Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, acontecimientos que viven en el recuerdo de esta figura hasta traumatizar toda su existencia.
La obra se reconoce por un surrealismo perturbador, situaciones sexuales, violencia y cine gore, un elemento de terror dentro del Séptimo Arte centrado en lo visceral y la violencia gráfica extrema.
Pese a la turbulenta de esta producción cinematográfica, y del descontento de los creadores con el resultado final, The Wall se convirtió en una película de culto./PL