Continúan los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza y las operaciones terrestres, mientras se multiplican los llamados a una tregua humanitaria. Israel sigue decidido a proseguir su ofensiva, pero su avance es complicado.
Con los corresponsales Daniel Blumenthal, en Tel Aviv, Michel Paul, en Jerusalén, y Carrie Nooten, en Nueva York
“Hamás tiene la opción de morir o rendirse incondicionalmente”, insistió anoche el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant. Pero las impactantes imágenes procedentes de la Franja de Gaza, y en particular el bombardeo del campo de refugiados de Jabaliya que, según Hamás, causó la muerte de 195 palestinos, han cambiado las cosas.
Mientras que la ONU considera que el bombardeo del campo “podría ser un crimen de guerra”, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha declarado a favor de una “pausa en la ofensiva terrestre israelí para poder extraer a los rehenes”. “Hamás es responsable de todas sus muertes”, repiten los responsables israelíes, que rechazan cualquier alto el fuego.
Este viernes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viajará a Israel por tercera vez desde el inicio de las hostilidades para transmitir este mensaje. El mayor aliado de Israel en Europa, Alemania, también insiste en la importancia crucial de proteger a los civiles y prestar ayuda humanitaria. Lo mismo ocurre con otros países, especialmente Francia.
En este momento, Israel sigue decidido a continuar la guerra, que tiene dos objetivos: desmantelar a Hamás, tanto militar como políticamente, y obtener la liberación de todos los rehenes. Pero 27 días después del inicio de esta guerra, es difícil ver cómo Israel podría resistir la presión internacional. El diario Yediot Hajaronot publicó hoy que Israel estudia una fórmula que permita la huida de los líderes de Hamas a cambio de la liberación de todos los secuestrados. Por ahora, ninguna fuente oficial comentó al respecto.
Preocupación de la ONU por los niños
Varias agencias de la ONU condenaron los ataques israelíes y el impacto que están teniendo en la población civil, especialmente en los niños. Se cree que más de 3.500 niños han muerto en la Franja de Gaza desde el inicio de la respuesta israelí, y una treintena de niños israelíes siguen secuestrados por Hamás. El Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha denunciado las “graves violaciones” de sus derechos.
“El secretario general de la ONU [António Guterres] está consternado por la escalada de violencia en Gaza, incluida la muerte de palestinos, entre ellos mujeres y niños, en ataques aéreos israelíes en zonas residenciales del campo de refugiados de Jabaliya, densamente poblado”, informó su portavoz, Stéphane Dujarric. Reiteró que todas las partes deben respetar el derecho internacional humanitario y condenó la muerte de civiles.
Cerca de 80 palestinos heridos fueron evacuados de Gaza a Egipto a través del paso fronterizo de Rafah este miércoles, y más de 300 extranjeros y ciudadanos con doble nacionalidad pudieron salir de Gaza. Fueron las primeras evacuaciones desde el inicio de la guerra, y está previsto que continúen este jueves: Egipto ha anunciado que está ayudando a evacuar a “unos 7.000 extranjeros”.
Decenas de miembros de Hamás muertos
En su canal Telegram, las tropas israelíes informan de que “siguen atacando a terroristas y destruyendo infraestructuras que les pertenecen en toda la Franja de Gaza”. El ejército israelí llevó a cabo operaciones contra varias células terroristas en el norte de Gaza, durante las cuales murieron decenas de terroristas”, afirman.
El ejército señala también que, durante la noche, “terroristas del norte de Gaza dispararon misiles antitanque y explosivos, y lanzaron granadas contra soldados israelíes”. En respuesta, los soldados israelíes utilizaron artillería, tanques, ataques aéreos desde helicópteros y ataques con misiles desde buques de guerra. Al menos 15 soldados israelíes murieron desde el martes.
