por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas
El término homeóstasis significa literalmente “permaneciendo igual”, que implica la capacidad adaptativa para estabilizar el yo ante las demandas continuamente cambiantes de la vida. Nosotros estamos sometidos a la incesante presión de los estímulos que se manifiestan tanto desde dentro como desde fuera y, así como el individuo o ciudadano común, el político percibe estas presiones que son una amenaza potencial para la integridad y continuidad del organismo, produciendo una alteración continua del equilibrio de fuerzas; la diferencia estriba en la formación obligada del político con poder, pues sus decisiones afectaran ineluctablemente la estabilidad de la población.
El permaneciendo igual significa entonces la capacidad de resistir y modificar tales incursiones de las presiones, con el propósito de mantener el nivel de equilibrio moral e integración necesarios para la preservación de la actividad que se realiza y su consecuente te desarrollo.
Fundamentalmente el término de refiere al principio vital que preserva la integridad y continuidad del organismo, sobre todo la capacidad de mantener un funcionamiento eficaz, coordinado, bajo condiciones de vida constantemente cambiantes; suma sumarum: equilibrio de la persona con su ambiente interno como el externo.
Debemos evitar la falsa dicotomía entre la mente y el cuerpo pues las funciones de la mente median entre el ser físico integro, viviente y su ambiente; por ello, una teoría unificada debe unir los sistemas del pensamiento en tres niveles: cuerpo, mente y sociedad, entonces, las personas y fundamentalmente los políticos que dirigen naciones, deben observar muy cuidadosamente, como condición básica del proceso vital que, el organismo no solo debe adaptarse sino cambiar simultáneamente, crecer y variar sus funciones de acuerdo con el grado y estado de madurez y situación del ambiente; acción que acarrea usualmente buenas decisiones para la población.
En la justicia y la política se presenta este estatismo en continuar con las endémicas costumbres nocivas; los jueces, no todos, son proclives a recibir prebendas para modificar sentencias, y los políticos que intervienen en los necesarios negocios de la vida pública para el progreso de una nación, no conceden su aprobación o apoyo a los proyectos lícitos sino reciben un porcentaje, sin importar su procedencia. Siendo este punto vital en su consideración pues “pecunia non olis” que literalmente se traduce como el dinero no huele, empero, el significado es que no importa la procedencia y, en países donde las actividades ilícitas del narcotráfico intervienen en los grandes negocios identificar la procedencia es fundamental, pues la investigación temprano o tarde, desvelara este extremo con gravísimas consecuencias para los intervinientes.
El lector observara que existe una incompatibilidad fundamental en “permanecer igual” y seguir vivo. En el más profundo sentido biológico “permanecer igual” es garantía de muerte.
¿Cómo se interpreta mejor las implicaciones de permanecer igual? En un sentido el organismo debe permanecer igual, y sin embargo, en otro sentido, debe mantener un estado de perpetua disposición al rearme moral, al cambio de lo prosaico con las virtudes y al crecimiento de la fe en Dios; lo que significa el mantenimiento de un equilibrio dinámico con el ambiente circundante; consecuentemente los humanos debemos tener muy presente que a través de una autorregulación preservaremos la estabilidad moral y de virtuosidad en una gran inestabilidad que caracteriza al mundo.
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Es abogado, posgrados en Ciencia Política y Filosofia, Interculturalidad y Educación Superior, Alta Gerencia para abogados, Arbitraje y Conciliación, Derecho Aeronáutico, Docencia en Educación Superior, doctor honoris causa en Humanidades.