por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas
¿Qué soberbia indomable conduce a los políticos rusos para aseverar el peligro de una guerra nuclear?, ¿ Qué vicio de conducta personal desbocada que el código moral del mundo desaprueba y que amenaza a despojarnos de la vida, cuando tenemos una extensión de tiempo por la estadística para vivir y disfrutar de ese cotidiano acto como el bien supremo en la humanidad?, ¿Qué tendencia insana y demencial impele a los políticos rusos que conducen una guerra tan prosaica como es el motivo de la invasión y expansión territorial, para perder la solidaridad debida a los miles de millones de habitantes en el mundo, para hacernos desaparecer solo por una decisión personal plasmada en el sofisma de atribuirse el derecho de decidir por la vida de los demás?.
¿Es la paranoia tan invencible que les impide razonar sobre la preservación del único planeta donde desarrollamos el ejercicio de la vida; don excepcional concedido por Dios, pretendiendo equipararse a Él?, ¿Por qué el más impenitente ateo que no cree en Dios pero sabe que fue creado por alguien, se rebela ante la amenaza, surgida de la impotencia de no vencer a un país desarmado, que le interrumpan su vida por la inestabilidad mental de un humano con poder?
¿ Quiénes son estos políticos rusos obsesionados por historias fantasiosas de poder mundial para atemorizar a los ciudadanos del mundo con la próxima interrupción abrupta de sus vidas; cercenando de raíz las esperanzas, objetivos lícitos, amor no desarrollado ni entregado y aprehensión de conocimientos; cumpliendo así una de la etapas del amor; las otras etapas son el amor a la belleza corporal, a la belleza del alma que sería la belleza moral y las reglas de conducta de los hombres y finalmente la belleza interior y superior es la Idea máxima de lo bello que es Dios, ahora superado por el político ruso?
¿Qué pena no establecida por los crímenes de guerra atendería la osadía de generar miedo terrible en el mundo por una persona que no admite que nadie lo asesore sensatamente pues él se asesora únicamente, sin embargo, el miedo es reconocido por el mundo y en ese momento comienza a superarlo?
¿Hasta qué límite el pueblo ruso que le confirió el poder a este político megalómano, no le revoca el mismo en una acción de restablecer la armonía y la comunión de sentimientos y valores entre los pueblos?
*es abogado, posgrados en Filosofia y Ciencia Política, Arbitraje y Conciliación, Alta Gerencia para abogados, Interculturalidad y Educación Superior, Derecho Aeronáutico, docencia en Educación Superior, doctor honoris causa en Humanidades.