Más de 100 personas que participaron en las inusuales protestas antigubernamentales en Cuba el pasado mes de julio han sido sentenciadas a largas penas de prisión de entre seis y 30 años.
De los 129 acusados, solo uno fue absuelto y otro recibió una pena de 4 años “de trabajo correccional sin internamiento”. Los restantes fueron declarados culpables de sedición y hurto.
El Tribunal Supremo de la República (TSP) informó en una nota de prensa del fallo del Tribunal Provincial Popular de La Habana. Los juicios se celebraron entre el 14 de diciembre y el 3 de febrero y los acusados lo fueron por “haber cometido y provocado graves disturbios y actos de vandalismo”.
Dos de ellos, Dayron Martín Rodríguez y Miguel Páez Estiven, fueron condenados a 30 años de prisión, dijo el TSP, sin especificar la edad de los condenados, señala AFP.
El 11 de julio
Las protestas del 11 de julio, donde miles de cubanos participaron cantando por la “libertad”, fueron un hito en un país donde las manifestaciones contra el poder son poco habituales. De hecho, las concentraciones públicas no autorizadas son ilegales en Cuba. Más de 1.000 personas fueron detenidas.
Se produjeron en medio de una grave crisis económica y los manifestantes expresaron su enojo por los aumentos de precios y la escasez de alimentos y medicinas.
Muchos también fueron críticos con el manejo de la pandemia de covidpor parte del gobierno cubano.
El Partido Comunista describió las protestas como un intento respaldado por Estados Unidos de derrocar al gobierno. Además, culpó a las sanciones de Estados Unidos de los problemas que provocaron las protestas y ha alegado en varias ocasiones que fueron financiadas e instigadas por grupos con sede en el país norteamericano.
Las manifestaciones fueron mayoritariamente pacíficas, aunque en ocasiones puntuales se vandalizaron vehículos policiales y saquearon tiendas estatales. La policía las reprimió y hubo enfrentamientos en los que al menos una persona murió y decenas resultaron heridas.