El mes pasado, el gobierno de Brasil aprobó el marco regulatorio del programa denominado “Nuevo Mercado del Gas” orientado a la liberalización de la industria del gas. En ese sentido, el experto en temas energéticos Carlos Quispe explicó que “con la salida de Petrobras como intermediario, se genera oportunidades de obtener mejores precios tanto para consumidores como para proveedores”.
La aprobación de ese nuevo marco regulatorio del mercado de gas en Brasil no es de conocimiento reciente, pues la planificación de su implementación ya era conocida años atrás. Así, desde la gestión 2018 y 2019 varias empresas brasileñas habían expresado su interés de establecer relaciones comerciales con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para la compra de gas, llegándose a suscribir varios Memorandos de Entendimiento con la empresa estatal boliviana.
En entrevista con el Diario Energético, el experto aseveró que “a partir de la vigencia de la nueva Ley del Gas Natural, se da paso a que empresas privadas incursionen en el mercado diversificando las fuentes de suministro para el mercado brasileño, y gestionando directamente nuevos contratos de compra-venta de gas con potenciales proveedores, para su redistribución a los distintos consumidores de su mercado local, como el sector industrial, la generación termoeléctrica, el sector residencial, entre otros”.
Consultado sobre el interés expresado por la empresa brasileña Compass, explicó que “suscribir un nuevo contrato en firme de compra y venta de gas a un precio más competitivo, constituye una oportunidad y una respuesta a la necesidad de lograr mayor eficiencia en la administración de los contratos de venta de gas natural boliviano, buscando monetizar el potencial de producción que no es demandado por los mercados de exportación actuales”.
De acuerdo al Informe de Rendición Pública de Cuentas Inicial 2021 del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, la proyección de la producción de gas natural para la presente gestión estará en el orden de los 47,2 MMmcd. en promedio, oscilando los 49 y 45 MMmcd. de producción en los distintos meses del año. Con estos volúmenes se cubren los contratos de exportación y la demanda interna.
“Tomando en cuenta el comportamiento estacional de la demanda y la capacidad de producción nacional, Bolivia puede aprovechar esta oportunidad generada por la salida de Petrobras en el mercado del Brasil y maximizar los beneficios comercializando los volúmenes remanentes mediante nuevos contratos en firme e interrumpibles, con los nuevos actores del mercado brasileño, que están dispuestos a pagar mejores precios que los contratos actuales, como la expresada por la empresa Compass”, resaltó Quispe.
Asimismo, remarcó que urge una respuesta de las actuales autoridades del sector de hidrocarburos para que se retome “la agenda de búsqueda de nuevos mercados”, porque “Compass también está buscando abastecerse a través de otros mercados como el Presal y el GNL, por ello se debe dar señales de reactivación del sector, con nuevos mercados y revertir la imagen de falta de planificación e improvisación que dejó el gobierno de transición”.
Finalmente, aseveró que la ampliación y diversificación de mercados podría generar mayores ingresos para el país. “Se debe dar un fuerte impulso al ciclo virtuoso de la cadena hidrocarburífera, la consolidación de nuevos mercados promueve la atracción de nuevas inversiones en exploración y explotación, la ampliación de la cartera de proyectos exploratorios posibilita el incremento de reservas y de producción de hidrocarburos, lo que a su vez garantiza la seguridad energética para la población y el incremento de ingresos para el país, por concepto de renta petrolera”.
