El 77,6% de las mujeres consigue abandonar la situación de maltrato, cinco puntos más que hace cuatro años; sin embargo, el 67,7% no denuncia a su agresor bien porque resta importancia a los hechos o bien porque tiene miedo o vergüenza.
Además, el 12% de las mujeres tarijeña ha sufrido violencia física a lo largo de su vida, un 25%, violencia psicológica o de control, el 21,9%.
Además al menos ocho de cada 10 mujeres que presentaron una denuncia en Tarija, por agresión de sus parejas en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y el Ministerio Público desisten de continuar con el proceso por dos factores, la dependencia económica y la psicológica.
Una mujer pone una denuncia ante la policía contra su marido por malos tratos. Al día siguiente, tiene que declarar ante el juez de instrucción. En ese momento pueden ocurrir varias cosas. Una, que ella diga que quiere retirar los cargos contra el presunto agresor, lo que ocurre en un gran porcentaje de los casos y las razones pueden ser varias: miedo, haber perdonado al agresor, desear reanudar la relación con él u otras, ha informado el director de la Felcv, Ivan Cordero.
“El hecho de trabajar con violencia familiar, significa entender todos los procesos por los que pasa la víctima, en esto vemos que una violencia instalada en el hogar a veces desde el inicio de la relación, cuando la parejas es agresora existe la suerte de indefensión aprehendida y ese vínculo es difícil de romper, puesto que se animan a realizar la denuncia y luego desisten, es porque puede faltar el acompañamiento”, ha añadido.
PUBLICIDAD
Explicó que también los desistimientos existen por la subordinación, puesto que no se debe olvidar que el problema de género es por la cultura “machista” y quita la capacidad de autodefensa a las mujeres víctimas y piensan que agravaran su situación cuando denuncian o que el esposo les quitará a sus hijos, porque existen amenazas de esos rangos.
“Todos los funcionarios que trabajamos en la temática de violencia tenemos que comprender los procesos y apoyar a la víctima para evitar que abandone o desista porque una vez que retorna al hogar, posiblemente por la misma convivencia que tiene con el agresor y la dependencia emocional y económica hace que se desista, no viendo un horizonte que le determine una salida al conflicto”, ha mencionado.
Por su parte, la directora del SLIM de la Alcaldía de Tarija, Karina Flores, explicó que al mes, la entidad atiende más de 100 denuncias de violencia intrafamiliar y de las cuales varias desisten con las mismas y por ello es que se debe hacer un trabajo diferenciado con ellas.
“El Slim tiene un programa importante que es el de recuperación de las familias, el fortalecimiento del núcleo familiar y ahí les orientamos para que no haya violencia y así no se llegue a una denuncia y puedan salvar sus hogares”, ha indicado.
El SLIM es la única institución que cuenta con cinco equipos multidisciplinarios conformados, con relación a otras entidades, que también deberían contar con estos equipos, como el caso de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), pero no cuentan con el presupuesto suficiente para hacerlo y no pueden brindar una atención oportuna.
