Bajo el respeto hacia una de las grandes voces, se esconde una brecha que separa a los cuatro hijos del hombre que compartió los últimos 30 años de la vida de la cantante, el bombero retirado Willie Wilkerson, de 70 años. Todos ellos rodearon a Aretha en sus últimos días de vida, cuando regresó a su casa tras varias operaciones para recibir cuidados paliativos sin otro pronóstico que la muerte a consecuencia de un cáncer de páncreas.
La brecha está relacionada con la fortuna de la cantante y cómo será repartida. Franklin pese a su edad y su delicado estado de salud, murió sin haber hecho testamento. Sus cuatro hijos, muy involucrados en la carrera artística de su madre, quieren que la fortuna que dejó y que ronda los 70 millones de euros, se quede en la familia. Y es que ellos nunca vieron bien su relación con Willie Wilkerson. Por eso, Franklin canceló en dos ocasiones su boda según la revista The National Enquirer ante la presión de sus hijos.
