Desamparados e invisibles, esa es la realidad de los menores que viven en situación de calle en el departamento de Tarija, pese a que los legisladores aprobaron una Ley de protección a niños en situación de calle, están constantemente queriendo ser captados por delincuentes, quienes pretenden aprovecharse de su situación al no tener un hogar, o una familia y a la espera de que se pueda cumplir con la Ley.
El peligro es latente ya que son inducidos a robar, hurtar o peor un cometiendo atracos, y apoderándose de lo que no les pertenece para subsistir.
En la actualidad, Bolivia avanzó en el tema, pero lo que tiene no es suficiente. Cuenta con un Censo de Personas en Situación de Calle (2015), elaborado por el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, el Instituto Nacional de Estadística y la Red Nacional por la Defensa de los Derechos de la Niñez y Adolescencia en Situación de Calle.
Además, tiene el Modelo Integral de Prevención y Atención de Niñas, Niños y Adolescentes en Situación de Calle, así como el Protocolo para la Prevención y Atención de esta población de menores de edad.
Pese a esto, los profesionales que han trabajado durante varias décadas en este tema coinciden en que aún falta mucho por avanzar.
La asambleísta departamental por Unidad Departamental Autonomista (UDA) María Lourdes Vaca, lamentó que en la sociedad nacional aún se sigan viendo niños durmiendo en las calles o parte de redes de delincuencia, durmiendo en los cajeros automáticos o con problemas de alcohol y drogas desde sus 12 o 13 años de edad.
Para luchar contra ese mal, se aprobó la Ley de protección a los niños en situación de calle, además de designar un presupuesto a este sector para generar proyectos y políticas para su protección.
“Es una Ley que está sancionada y que fue aprobada con el voto unánime y que tiene que ver con resolver la problemática de los niños en situación de calle esto es una más de los proyectos de Ley que hemos trabajado entendiendo que hay una realidad en el departamento que no tiene la protección del Estado“, ha indicado.
Explicó que no sólo buscan que los niños tengan la protección del Estado sino varios sectores vulnerables a los cuales no les están cumpliendo sus derechos.
“Una de las realidades que hemos trabajado son los padres que viven en recintos penitenciarios, hemos trabajado por el presupuesto departamental para los niños, lo que queremos es que a partir del presupuesto que se incremente en el Gobierno Departamental se gesten políticas de protección y programas, proyectos para poder proteger a nuestros niños”, ha mencionado.
En el proyecto de ley se está comprometiendo al gobernador de Tarija, para que designe parte de los recursos del Plan Operativo Anual (POA) para la generación de proyectos de protección.
Por su parte la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos departamental Tarija María Teresa Rojas, mencionó que cuando se habla de gente en situación de calle es preciso enfatizar que se trata de personas que van perdiendo sistemáticamente sus derechos constitucionales dictados en diferentes leyes y normas.
“Lo que tenemos que pelear todos en general, es que el derecho a la vivienda, a la salud, a la alimentación y a la integridad física, psicológica y sexual no vayan perdiendo esos niños, adolescentes y jóvenes”, ha añadido.
Ese último es quizá uno de los puntos más delicados cuando se habla de niños, niñas y adolescentes en situación de calle, pues se constituye en el factor principal para que decidan abandonar el hogar. Esto debido a la violencia sexual sufrida en sus hogares por parte de sus padres, padrastros, hermanastros, tíos, etc.
El trabajo en conjunto
Mientras tanto la secretaria de la Mujer y la Familia, Patricia Paputsakis indicó que es un tema de prioridad el trabajar con éste sector, y que mediante un equipo multidisciplinario se ha comenzado la labor de abordaje, orientada en la intervención y la reinserción de cada uno de estos niños a sus hogares, ya que en la mayoría de los casos tienen familiares, pero han sido expulsados por distintas razones de sus casas o ellos mismos han decidido el abandono.
