La polémica por la desaparición de celulares del caso Banco Unión continúa. Después de que el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, señaló que los equipos se perdieron de las instalaciones del Ministerio Público, el fiscal departamental de La Paz, Edwin Blanco, aseguró que no hay pruebas de que haya sido así.
Los celulares estaban en custodia de un teniente de la Policía que tiene su oficina en el Ministerio Público en La Paz. El lunes 23 de octubre, dicho uniformado reportó que los equipos electrónicos desaparecieron de su escritorio durante el fin de semana en que, sin su conocimiento, se realizaron trabajos de refacción en el ambiente que ocupa.
El fiscal Blanco señaló que no existen pruebas de que los celulares hayan ingresado a las oficinas de la Fiscalía, como tampoco hay evidencias de que las personas que trabajaron en la refacción –albañiles y arquitectos- hayan hurtado los teléfonos.
“Quiere (el investigador policial) tratar de sindicar que esas evidencias se han perdido en el Ministerio Público, cuando no existe ninguna evidencia de ello”, aseveró Blanco.
El fiscal informó que para disipar dudas se hizo operativos conjuntos entre la Fiscalía y la Policía en los domicilios de las personas que trabajaron en las refacciones, con la finalidad de buscar los celulares, pero no había nada.
Señaló que, de cualquier forma, el investigador policial es el responsable de custodiar las evidencias de una investigación, y que el teniente podía llevar los celulares otra instancia como el IDIF o Laboratorio sin la necesidad de un requerimiento fiscal.
Blanco manifestó que se inició de oficio una investigación por la desaparición de los celulares por los delitos de peculado, incumplimiento de deberes y hurto.
La desaparición de los celulares fue denunciada por el policía encargado de su custodia, pero la Fiscalía la rechazó, según Blanco, porque no cumplía los requisitos legales. (Erbol)
